Por pura casualidad me enteré que cerca del Mercado Victoria se realizaría un Festival Latino, en donde representantes de los países de Argentina, Colombia, El Salvador, Perú, España, Chile y por supuesto México iban a exponer danzas y comidas tradicionales de cada país; y asistí para saber más o menos la cantidad de gente latina que vive en esta ciudad.
El festival inició a las 9 a.m. y finalizó a las 4 p.m. Yo me imaginé que la cantidad de puestos iba a ser numerosa, pero no fue así. Había unos cuantos puestos de comida y de artesanías, no hubo mucha variedad. Sólo hubo dos puestos de comida mexicana y un puesto de “artesanías” y máscaras de luchadores principalmente (el santo, blue demon, etc.). Y aproveché para echarme unos tacos; que fueron los tacos más caros que he comido en toda mi vida: 4 tacos de carne de res y un vaso con agua de horchata a $11.00 AUD (+ ó - $120.00 pesos). Pues los tacos no estaban mal, lo único que no me gustó fue la salsa, porque estaba desabrida y no picó para nada (y eso que según agarré de la más picante o como dicen aquí “very hot”). Y de postre me aventé unos churros, postre que he visto que se venden en varios lugares de la ciudad.
Lo atractivo del festival fueron los bailes folklóricos de los países participantes. No es porque yo sea mexicano, pero quienes se llevaron las palmas fueron los bailables de México (a huevo!!!!), por ejemplo el baile jarocho de “la bruja”, el baile de los “machetes” y el baile tapatío. Había mucha gente alrededor de donde se realizaban las danzas, principalmente australianos, asiáticos y latinos. Me pregunté de entre los latinos, quienes y cuántos somos originarios de México? Y la manera más sencilla de saberlo fue gritando, cuando terminó un bailable mexicano la siguiente frase: Viva México cabrones!!!!! Y la verdad éramos pocos, pero como hicimos ruido, je.
También se presentaron dos aborígenes australianos y presentaron 2 danzas típicasde ellos (según ellos, a mi no me consta). No es racismo, pero acá entre nos, la manera en que bailaron se me hizo muy estúpida, imagínense ustedes esto, uno de ellos estaba tocando los instrumentos y el otro danzaba. El danzante manoteaba como si estuviera nadando en una alberca, se acercaba a los niños y los espantaba haciendo un mal gesto y eso fue todo; inclusive el danzante invitó a un loquito que estaba entre el público a danzar con él y hacer el ridículo los dos juntos. Espero algún día tener la oportunidad de ver a reales aborígenes y verlos danzar, para saber con certeza si así es su forma de bailar
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